En el año 1997, en un contexto posolímpico, se inauguró este nuevo equipamiento, que ampliaba las funciones del Centro Juvenil, situado en el Parador, y que se había quedado pequeño y obsoleto. Para dar más visibilidad y acercar el espacio al grupo de población al que iba destinado, se pidió a los artistas Sewack, Tretze, Karski, Ment, Koan, Masok, Medusa, Jonas+Gazz, Marina Pedrós, Mistu, Debs y Shout que cubrieran la fachada del edificio con un gran mural de grafitis.
Las obras se realizaron siete años después del tímido inicio de la creación de grafitis en la Riera de Sant Just, donde muchos de estos artistas habían inmortalizado sus primeros trabajos. El trabajo es efímero, como la mayoría de las obras de arte urbano, aunque ahora mismo es el elemento distintivo de este equipamiento municipal.