A un nivel superior a la actual, se hallaba la primera Font del Ferro (fuente del hierro), que tiene dos puntos de manantial donde se puede observar el color típico de óxido de hierro que deja el agua en las piedras. Mosén Antonino Tenas Alibes ya mencionaba esta fuente en 1947 en su obra Notes Històriques de la Parròquia de Sant Just Desvern (Notas Históricas de la Parroquia de Sant Just Desvern) y afirmaba que la Font del Rector había perdido “incluso su nombre”. Antes de la actual reforma –foto del plafón–, la vegetación rodeaba la fuente y formaba una especie de cueva con vegetación de umbría. La plataforma de descanso, la pared de quince metros de largo por dos de altura que aguanta el margen y los bancos datan de mediados de los años noventa, y fueron el resultado de un proyecto iniciado por el Parque de Collserola que ordenó los espacios en el entorno de la plaza Mireia.