La primera noticia que tenemos del templo data del año 986. Entre 1569 y 1571 tiene lugar la construcción de buena parte de la iglesia actual y de la portalada renacentista. Los retablos no fueron terminados hasta inicios del siglo XVII y decoraron los altares del templo hasta la quema del 21 de julio de 1936. El edificio parroquial de los santos Justo y Pastor, tal como lo vemos hoy en día, es el resultado de la supresión del enlucido de la fachada durante los años veinte y de la restauración y reconstrucción impulsada, entre 1939 y 1943, por mosén Antoni Tenas (1917-1953), dedicada el 14 de mayo de 1944 por el obispo de Barcelona, Gregorio Modrego Casaus. En 2005, finalizó, con aportaciones populares, la restauración del órgano parroquial.