La Riera de Sant Just se ha convertido en un muro de arte efímero y en todo un referente internacional. El primer grafiti lo crearon los artistas Sutil y Taran en el año 1989. En la década de los 90 plasmaron su obra en él varios artistas de reputación mundial. La Riera de Sant Just ha llegado a ser conocida como el Hall of Fame europeo y se ha convertido en un espacio de referencia y de visita obligada para personas consideradas como maestras del grafiti de los noventa. Por lo general, el arte urbano es muy respetuoso y reconoce la autoría de la obra; por ello, encontramos obras realizadas con esprays que se conservan durante mucho tiempo en la pared. Las paredes de esta riera siguen siendo un espacio creativo muy vivo que genera nuevas obras de arte.